Justo cuando
el compromiso
era no
pensar más en vos
ni en el
camino absurdo
que elegiste
para irte
por la
ciudad encuentro
un auto
idéntico al tuyo
y sin querer
pienso
en que ya
nunca
el calor de
mi sangre lo verá
estacionado
en la mirilla
con los
dibujos que le traza
la verja del
jardín
y pegadito
me viene
el pensamiento
amargo
de que
tampoco tu perfume
quedará como
un eco
resonando
entre las sábanas
entonces
solo puedo pensar
la tarea de
expulsarte de mi cabeza
como un
episodio más
en la
historia de un tonto cualquiera
que
versifica las promesas
que aún es
incapaz de cumplir.
1 comentario:
Resuena en mí: "Ya no..."
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