26 de marzo de 2007

Escribo: "el niño ha caminado hasta aquí". Sin embargo, en cuanto lo leo, percibo en el aire el tufillo del error. No, no se trataría de un caminante sino más bien de un náufrago, alguien arrastrado por las mareas de la vida, llegado a este punto sin intervención de su voluntad. Y él, silencioso, diríase un bosque apacible, sin signos que revelen la presencia de las bestias que lo habitan, bestias seducidas, apaciguadas por la música de los libros. Mas el niño sabe que un peligro acecha: no es eterno el encantamiento de las palabras.

14 de marzo de 2007

La buena gente sabe dónde está la felicidad


Juana Bignozzi







Los domingos en un pueblo abrazado por viñas, ido el sol, la gente pasea. Da lo mismo si a pie o en auto; el caso es que lo hace, al no tener por horizonte horario alguno, lentamente. Ese andar demorado deja constancia de que en pobres alacenas yace el sustento. Aunque también, podría leerse como el insulto de los obreros a la urgencia del amo de que nunca nada se detenga, ya que es en esta velocidad donde radica la clave del ensanchamiento de sus arcas, las del patrón, hasta lo imposible, lo escandaloso de ignorar sus dimensiones y no saber ya qué hacer con ese oro.




Pero la gente el domingo abandona el juego, y al caer la tarde, en un pueblo, derrocha su tiempo en la pura felicidad de un paseo.

2 de marzo de 2007

VERSIONES

Patética



Y luego, a tu cara en mi memoria, hurtáronmela malvados los días.




Despechada



Y después (a dios gracias), a tu cara en mi memoria, se la devoraron los días.