A mis amigos, otra vez.
Aunque tu corazón se haya unido al coro
de los que laten sin partitura
queda la memoria punzante
de las consultas al techo
para dar con la data que le permitiera latir
al ritmo sugerido por la cordura de tus padres
mas como vivir es encadenarse
a los designios oscuros del azar
y aunque muchos y rudos
sean los golpes cotidianos
muchas las cuentas del rosario de los lamentos
hoy tu corazón elige
el vaivén de su capricho
la amistad de los que sordos a cálculos y registros
improvisan respuestas
nunca definitivas
tu corazón ya se dijo
se ha unido al desconcierto
de los que laten sin partitura.