20 de febrero de 2009

1977, NOVIEMBRE



como bestia empeñada
en liberarse de su domador
así, quiso la tierra
desprenderse de nosotros

y gimieron
techos pisos paredes
lloró la madre
y todos
madre padre niños
casi desnudos
se asomaron al día

y cuando todo vibraba
y cuando de su labor renegaban
las vigas, hubo miedo

pero también, una máscara risueña
tendida sobre el abismo: la del padre.

2 de febrero de 2009

DESPUÉS DE LA GRANIZADA


(A la manera de Lugones, pero no)


Callar la angustia
silenciar la pena.

No decir
ni el clamor de los techos
ni el jardín en ruinas
ni la cosecha perdida.

Hablar, por ejemplo
de cuerpos tumbados sobre la piel
de damasco de una playa remota
o de príncipes rendidos al encanto
de pobres cenicientas

No pronunciar
las vírgenes estropeadas
en los ritos conjuratorios
tampoco la tristeza de los niños
que ven en los ojos de sus padres
la ingratitud de la alacena vacía

Callarlo todo.

Callar tu ausencia, terrible.
Más terrible aun
en esta estampa de invierno
en el centro del verano.