24 de noviembre de 2011

AFÁN INÚTIL




Manifiesto en las paredes
que como estibadores animosos
sostienen el techo
manifiesto en la mesa sobre la que escribo
en la cama donde dormí
en el desinfectante las medias el jarabe
en todas partes manifiesto
el deseo de permanecer

ah bendito deseo hallado por los hombres
en las palmas todavía vellosas de sus manos
deseo resuelto en un gesto
luego repetido mil veces
y mil veces más
origen de paredes
y camas y mesas y jarabes
origen de placeres cada vez más laboriosos
origen de dios
-el de permanecer
es un deseo que deliberadamente
ignora fechas de caducidad-

ah inútil afán de permanecer
uñas estropeadas contra el asfalto de la calle
por donde nos arrastra el tiempo.

17 de noviembre de 2011

UN POEMA PARA NO DORMIR



Morfeo juega a las escondidas conmigo
que me pierdo en los laberintos espinosos del ayer
en los no menos espinosos laberintos de tu ausencia

pero como no renuncio
pero tampoco lo encuentro
caigo en su trampa: y se sabe
para el cazador la impaciencia es un yerro
del que se vale la presa
para abrir las distancias

y aun cuando un peso en los párpados del alba
anuncie la vecindad del tan deseado
este encuentro tardío es incapaz
de devolver a sus fuentes la hiel
que horas de pastillas y cigarrillos
y sábanas angustiadas destilaron.

15 de noviembre de 2011

GORILAS EN LA TELE



Tengo pa’ mí que el divismo protege de las alergias, porque con la cantidad de flores que nuestras acacharradas divas se tiraron anoche, un alérgico nacido y criado fuera de los focos hubiera muerto ahogado; ahogado como quienes tuvimos el infortunio de presenciar el septuagésimo noveno reencuentro de estas “goriloides” diosas del olimpo nacional.

5 de noviembre de 2011

EL ENCUENTRO



Entre perderme
y volverme a perder
se pasa mi tiempo

me dejo ir en el gris
de las volutas del primer café
y no me encuentro en el hastío
de los anteojos del jubilado
tampoco en los viajes estáticos
en el asiento del colectivo
en la silla frente al televisor

entre perderme
y volver a perderme
se pasa mi vida

perdido en la concentración del trabajo
no menos perdido cuando te presiento
en el cuarto desnudo del amor

perdido siempre perdido

hasta que me agarro del hilo de la escritura
diligente ariadna
en este laberinto absurdo
en este lamentable laberinto.