21 de enero de 2007

MIRADAS

No hay nostalgia peor
que añorar lo que nunca jamás sucedió



J. Sabina





I


Pasados los años me mira y su mirada, como antes, me intimida.
Una escena ocupa de pronto mi memoria. Es en un bar. Sentado a una mesa vecina hay alguien a quien al principio no percibo. Luego, sí, y lo hago porque me observa. La sensación es, diría, de una dulce extrañeza. Un amigo pregunta si conozco a esa persona. Respondo no, no la conozco. Ah, porque te mira, dice. Fin de la escena.


Si ocurrió una vez o se repitió, eso no lo recuerdo, aunque prefiero creer que lo que ha subsistido es una síntesis. Sospecho además, que si mi mente ha preservado este espacio es porque en él me siento halagado, satisfecho. Pero entonces la duda prospera y ya no estoy tan seguro de que fuera deseo lo inscripto en esas pupilas.


Y mortifica ignorar el sentido de aquella y de esta miradas.




II


Sus ojos, una eternidad perdidos, recuperados esta noche; sus ojos, arrojados contra mi vida, hablando de días que de tan antiguos creía olvidados, días en los que nada floreció, en los que las palabras no fueron proferidas.


…Y la violencia de encontrar en el mundo, de que en el mundo exista algo, sus ojos, que encarna mi miedo, mi desidia, mi torpeza.

16 de enero de 2007

EL REINO DEL AMOR

Es domingo, domingo a la siesta. Y como es domingo a la siesta y tenemos resaca y no hay en la casa niños de los que ocuparse, nos echamos sobre un sillón frente al televisor a ver una comedia romántica, que para más datos, dieron ya unas 352 veces otras siestas dominicales. Y aunque las odiemos, por obvias y descafeinadas, no tocamos el control remoto, pues nuestro plan b, el superclásico, resulta aún menos estimulante.






¡Ay, de las comedias románticas! Una trampa en la que, de tanto en tanto, caemos, para que una vez allí su veneno nos sea inoculado; veneno hecho de la más vil de las sustancias: el sentimentalismo.






Comedias del tipo Alguien como tú, en la que Greg Keneear luego de decirle a la protagonista (Ashley Jude) que la ama (¡¿había necesidad?!), y sin mediar explicación alguna, la abandona. Y nosotros ahí, quietitos, mientras tomamos algo que apacigüe nuestro fuego estomacal y nos juramos no volver a ceder a las tentaciones de Baco, compadecemos a la pobre chica que tuvo la candidez de caer en las sutiles redes verbales de un cuarentón rubio y de ojos azules. Ni por un instante supongan que hay en el horizonte reflexión alguna del tipo: “si la monogamia es absurda, lo más sensato sería que nos educaran en la fe de la monogamia sucesiva” (hoy te amo a vos, mañana, quién sabe) pues en este género, a fuerza de golpes bajos, sólo experimentamos emociones primarias. A saber:






a. ira hacia el adúltero (¿cómo es posible que Dennis Quaid en Something to Talk About engañe a Julia “dientes como perlas” Roberts, con una rubia de lo más desabrida?);






b. desprecio hacia el tonto (¿puede alguien en su sano juicio correr tras Cameron Díaz, dejando abandonadita a la sublime Julia? Película: La boda de mi mejor amigo. Tonto: Dermont Mulroney)






c. y siempre y en todo momento, la más absoluta identificación con el / la sufriente. En estos casos, la pobre Julia que, a la vista está, ha nacido pa sufrir.






Y en sintonía con nuestro estado de ánimo, que no suele ser el mejor (ya lo dije, es domingo, anoche salimos y seguro las cosas no fueron bien, pues ya se sabe lo duro que está el mercado), atendemos a esta o aquella escena, preferentemente las patéticas, tanto que, en ocasiones ni siquiera reparamos en el “happy end” que tuvo la historia (es una comedia romántica, ergo, debió tenerlo). Pero los domingos a la siesta, ni matrimonios recompuestos, ni limusinas con sonrientes parejas camino del altar calan en nosotros, sumidos como estamos en este sentimiento de domingo, que cada domingo nos asalta.

12 de enero de 2007

Este pequeño post podría titularse "De cuando un primate intentó modificar su blog y lo cagó" o "Quién me mandó, si no sé nada de nada" En fin, que mi último post, el anterior, desapareció (perdón Adrián, tu comment se fue con él) y los más más anteriores aparecen con cambios indeseados. En fin, prometo solucionar en breve. Lo que sí, esta plantilla, la que generó todo este caos, es más linda que la vieja (En realidad, no lo sé, pero me lo digo para conformarme)