23 de diciembre de 2009

LA DESAPARICIÓN COMO SALIDA FALSA


Unas manos, otras
no las mías
se ocupan de mi cuerpo
lo lavan, lo arropan
cuidan se encamine la calma por las venas.
No las quiero sobre mí: quiero
desaparecer, aparecer
cuando el sacerdote de los ritos quirúrgicos
haya como Poncio lavado sus manos
y mis ojos se abran
al verde recién estrenado
de los árboles en mi ventana.

14 de diciembre de 2009

LA PÉRDIDA DEL ENCANTO


De todos abandonado
arrojado a la manía del papel y la tinta
sufre la pérdida del encanto:
la acidez de sus comentarios no labra sonrisas
ni el rosario de sus obsesiones
encuentra oídos atentos como antaño.
Su personaje
en estudioso desvelo aprendido, en noches
de Woody, Bergman y Almodóvar,
ya no interesa.
Como un actor a quien la fama
soltó la mano, víctima del control remoto,
ha quedado atrás
en ese canal donde nadie se detiene.

2 de diciembre de 2009

POS(T) OPERATORIO


Duele mucho, mucho.
Duele mucho.
Duele
-quiero mi vida-.
Duele menos.
¿Duele menos?
Casi no duele
-quiero alguna vida-.
¿Duele?
No duele…
¡No duele!

25 de noviembre de 2009

DIARIO DE UN (IM) PACIENTE








JUSTIFICACIÓN:

Hace poco más de un mes estuve una semana internado para someterme a una operación de vesícula (¿sabían que Warhol murió en el transcurso de una? ¡Pobre! ¿Hay algo menos glamoroso para una diva pop –y Andy lo era- que “espichar” en una intervención quirúrgica de “rutina”?). Como estaba medicado, ergo sin dolor, me dediqué a anotar algunas cosillas en un cuaderno que compré dentro del hospital. Las que siguen son algunas impresiones de mis días de impaciencia.


11 DE OCTUBRE

Presididos por el aburrimiento (¡qué ampuloso suena!) transcurren mis días en este sitio. Sí, me aburro muuucho. Aunque, ahora que lo pienso, relativamente menos de lo que debería. Supongo que la fluoxetina trabaja a buen ritmo. Léase: sostiene mi curiosidad, pues si bien se mira en un hospital ocurren cosas: la comida (hay que ver las caritas de alegría de los pacientes cuando se aproxima el carrito de los alimentos), este cuaderno nuevo, gente que abandona el lugar sobre sus piernas, gente que lo abandona con las patas pa delante (A propósito: hoy descubrí que la salida de “fiambres” está oculta en la parte trasera del edificio ¿evitan las deserciones masivas?).

Noche:
SE EQUIVOCÓ PAVESE
“Vendrá la muerte y tendrá…¡agujas!


12 DE OCTUBRE

TOTALIDADES
Si en nuestro país el fútbol lo es todo, y Maradona lo es todo para el fútbol, la deificación es un hecho. También el odio a un dios que no cumple con todos –pero todos- los deseos de todos –pero todos, absolutamente todos- los fieles del culto.


HOMBRES NINIOS
Vemos un par de fragmentos de pelis por las que circulan asesinos seriales, gnomos macabros, chicas pulposas que parecen travestis. Y mis compañeros de habitación y sus acompañantes, a juzgar por sus comentarios y carcajadas, lo disfrutan enormemente.

Mi descubrimiento: el público de estos filmes es el de los “hombre ninios”



13 DE OCTUBRE

EUFEMISMO
Esta mañana sólo la belleza física me “consuela”.

ME COMÍ LA(S) GALLETITA(S)
Ayer, y luego de dos interminables días de “dieta cero”, me permitieron por fin tomar caldo y té acompañados por galletas de agua. Esa fue la señal de largada de una nueva adicción: pocas tentaciones he conocido más fuertes que la del paquete en la mesa de luz. Una galleta que es la última –siempre la última-, precede a otra que, por supuesto, también lo es. Y así sucesivamente. Si no fuera por el temor de perturbar el sueño de mi compañero (hay que ver lo “chillones” que son esos envases) me hubiera convertido en una de esas termitas de los dibujos animados y no sólo habría acabado con el paquete completo sino también con mi muy precaria salud.

EVANGÉLICOS
Joven evangelista mendocino (para más datos, palmirense): -¿Tú sabes que tienes un amigo que quiere lo mejor para ti, un amigo que dio su vida por ti?
Yo: -Ahhhhhh

(Para Hernán: los evangelistas no dudan: tutean cual salidos de una telenovela de Thalía)



14 DE OCTUBRE

LAMENTOS
Mis compañeros de habitación, los mayores, hablan de “LA MUJER” (la mujer esto, la mujer aquello) como si del motor de un 11/14 se tratara. El resultado, se entiende, no puede ser más torpe. Pues ¿hay algo menos “maquinal” –previsible- que una mujer?

(¡Ay de los muchachos que miran y atienden como si del oráculo de Delfos se tratara! ¡Ay de las mujeres que se enamoren de estos chicos!)



15 DE OCTUBRE

PEQUEÑA MALDAD
Muchacho evangelista, cuidador de mi compañero de habitación, intenta “devolverme al buen camino”. Para ello me lee un pasaje de la Biblia. Yo escucho. Luego digo que no entiendo, que me explique. Definitivamente la docencia no es lo suyo. Acaso, tampoco la religión.

CERTEZA
El cine argentino le adeuda un gran papel, un papel protagónico a Claudia Fontán.

CERTEZA II
Mañana me pasan por el cuchillo....

12 de noviembre de 2009

DEL QUE NO VIAJA



Y cuando del festín sólo queden
cubiertos dormidos, estómagos satisfechos
yo, en la despensa, en el momento
de caer sobre los mendrugos
acaso piense en los orangutanes
de Bárbara y Teresa: aquel Billy
que sin su brazo se quedó por haberse
colgado del cable de alta tensión
;
o en Noreen del que no se sabe si duerme
en su nido de hojas o mira el cielo de la jungla
.
En ellas, Bárbara y Teresa, que soñaron
el viaje, compraron los boletos, se lanzaron
a la aventura de la selva, del poema.
Yo, que no puedo sin desgranarme
apartar la mirada, los pies de los umbrales
de mi casa; yo, que quiero estar siempre
aquí, tal vez, piense en eso.

4 de noviembre de 2009

SER LO QUE SE ES



Esta soledad de los libros, encantadora, agobiante, antes de vivirse no podía ser siquiera intuida: un manzano que un buen día diera peras o duraznos. Primero es el desconcierto. Luego, el desprecio por los frutos, idéntico al tan frecuente y tan negado de los padres hacia los hijos. Tarde o temprano, sin embargo, madura la conciencia, primero crispada, luego serena de que uno no puede ser sino eso: un manzano que da peras. Que no hay otra forma. Que debe ser así. Que no existe modificación posible.

18 de septiembre de 2009

¡¡¡NO PODÉS!!!! (O LA ENVIDIA SANA NO EXISTE)






Que la vida es injusta, todos lo sabemos. Pero verlo así, de frente, es un poco más incómodo. Escritores talentosos y guapos (un engendro de la naturaleza y un atentado contra el pobre Sartre que siempre debió lidiar con su metro cincuenta y sus ojos mirando al mismo punto).
En orden de aparición: Paolo Giordano, Alan Pauls y Daniel Link.

11 de septiembre de 2009

HOLLY HUNTER: UNA ACTRIZ, UNA MUJER Y LA POESÍA.


1. Al final... ¿lo primero es la familia? Una ex hippie que acaba de perder su empleo y cuya hija adolescente tramita la pérdida de su virginidad, viaja a atracarse de pavo del Día de Acción de Gracias en su ciudad natal. Dos días, apenas dos, que, merced al viraje de los padres hacia la chochera, la mala vibra con la hermana, las idas y las vueltas con un guapo hombre, se estiran hasta lo imposible.

2. Ni joven ni viuda ni estanciera. Los restos de una cuarentona rica venida a menos tras su divorcio, pugnan por juntarse, ser nuevamente parte de una forma humana. Y en este proyecto, la necesidad de ser lo que una vez se soñó –cuando aún se soñaba-, funciona como el más efectivo de los engrudos.

3. Ángeles eran los de Charlie. Entre mentiras, sexo, alcohol y otras yerbas, una policía debe lidiar con oscuros dilemas morales y religiosos. ¿Una contradicción? Ni tanto. Además, ¿quién puede mantenerse impoluto en esta letrina? Este calvario, sin embargo, no lo recorre sola, la acompaña su ángel de la guarda, dulce compañía que no la desampara ni de noche ni de día. Bueno, a veces, sí. Entonces, Grace, tiene que vérselas con la culpa por la muerte de su hermana, con el recuerdo de los abusos sufridos a manos (¿?) de un sacerdote, con el silencio chirriante de Dios. Pese a todo, Grace, es lo que en buen argentino denominaríamos “una buena mina”.

4. Una mujer de película. Se preguntarán en qué lugar se tocan estas mujeres. Lo resumo en un nombre: Holly. Quiso la casualidad que en las últimas semanas me topara con Feriados en familia (Home for the Holidays), El beso (Living Out Loud) y Saving Grace. Dos filmes y una serie protagonizados por esta actriz pequeñita, delgada en extremo, no convencionalmente hermosa que a fuerza de talento logró treparse a la cima del cartel. Podrán replicarme, y estaría de acuerdo, que de esta frase, de tan usada, sólo quedan las astillas. No obstante, no encuentro otra mejor para nombrar la energía que, al momento de entrar en escena, posee a esta mujer de risa y cigarrillo fáciles y ojos al borde de la tormenta. Sí, a fuerza de talento esta actriz, es tres mujeres, una mujer, todas las mujeres. Caso más bien atípico en un cine como el actual que se empeña en mostrar chicas de película, carne sin densidad. Y para su mayor gloria, Hunter lo hace desde la comedia costumbrista, la comedia romántica y el drama fantástico (¿o acaso todo el mundo departe con su ángel de la guarda?); lejos, por lo tanto, de los géneros hiperrealistas (entre otros, el apolillado y todavía vigente “basado en hechos reales” de las siestas de domingo) que, habitualmente, pintan cartón.

5. A punto de poema. Es decir, Holly VIVE en la pantalla, pero lo hace de modo tal que a quienes la miramos nos envuelven la tibieza, el abismo, la alegría, el desconcierto que solemos experimentar cuando nos cruzamos con una mujer en la calle, en el trabajo, en la vida. Un modo emparentado con el “estado de gracia” (Almodóvar dixit) de Marisa en Tacones Lejanos, o con el “actuar como si se estuviera viviendo el más grande amor” de Jeane Moreau. Un modo que, a mi juicio, evoca menos el psicologismo de la narrativa (cinematográfica en este caso) que la inteligencia en carne viva de la poesía.

3 de septiembre de 2009

MI ZONA ERRÓNEA




Noches de fuga en la tinta,
de fraternidades con el papel.
Noches de sueño
por el sudor espantado,
y abrazado al insomnio:
el tormento de lidiar
con esta oscuridad, la mía.
Y sé de la cruz del desprecio.
Como sé que es una la piel,
uno el aire, una la sangre,
y que lo sensato
sería acomodarnos a vivir
juntos: yo y yo, juntos.
Y que en la greda de mi corazón
no brotara el amor,
devino el mayor de los errores.

28 de agosto de 2009

PUZZLE INCOMPLETO



Confiar en la sabiduría
de mi memoria, en su destreza
para desagotarse, borronear objetos.
¿Pues qué sería, sino gusto
por las espinas, este conservar
un primer plano de tus ojos
cuando ya nunca tendré los originales
al alcance de los míos?

18 de agosto de 2009

DETRÁS DE UN VIDRIO EMPAÑADO.

Tu cara en Facebook, o mejor, el mucho trabajo que me costó reconocerla, me confirma que no es vano el tamborileo del reloj, que su insistencia horada la memoria, la reblandece. Es que, cercenada la indisciplina de sus ondas, es otro tu pelo; por ende, otro el conjunto. Pero allí están tus ojos, anudándome a una conversación lejana donde se entreveran Tartufo con las ventajas de cierto sillón, el colegio ingrato con los padres y los hermanos. Pero no están tus manos. Esa blancura casi transparente por la mezquindad de tus bolsillos regateada. O quizá, la ocultaron para que, abierto el abismo, yo sintiera que al perderte nada perdí.

5 de agosto de 2009

SIESTAS MENDOCINAS



A falta de nombre más reconocible, la llamaremos “Cuatro de copas I”. “Cuatro de copas I” testea su supuesto embarazo frente a las cámaras. Mientras, en clandestina escucha telefónica, “Cuatro de copas II” pone en duda la co-autoría de “Cuatro de copas III” en el supuesto fruto del vientre de “Cuatro de copas I”.
Y Suller o Pradón -para el caso es lo mismo-, perdidos el cuarto de hora y la cintura, urgidas, desesperadas por una renovación de su contrato con las luces.
Y una procesión de culitos magros, duros como piedras pero pequeñitos, provocando la cascada de babas que emerge de las fauces del padre de familia que oficia de conductor.
Y la Nazarena de mi corazón, lacrimosa y empastillada, arrastrando su séquito de “el hombre de mi vida”, “lo hago por mis hijos”, aguijoneada por punzante dilema moral: tener o no tener…¡códigos!
Y yo, miserable desde que no veo tus ojos, ansioso de que la sangre llegue al río, lo desborde; que esta siesta insomne merezca la pena.
Y ojalá fuera solo yo el tonto que tan tontamente despilfarra sus vacaciones forzadas por la pandemia. Pero no. Bien me sé miembro de una secta multitudinaria: la de los que cada día reciben su dosis de adrenalina echados frente al televisor.

29 de julio de 2009



Y el mundo no vino.
Días y días
sin que nada sucediera
salvo esta urgencia porque se acercara,
tocara mi puerta. Pero ya lo dije:
el mundo no vino. Ni siquiera
bajo la pálida forma
de un llamado telefónico
o de un signo en el cielo.
Días y días,
y aunque el mundo no vino,
sobreviví. Ninguna palabra
más ajustada, pienso
para nombrar este estar sin estar,
este estar solo en la espera del mundo.
Sospecho además, debería
aclimatarme a ellas, que acaso anuncian
otras soledades,
otras esperas por venir.

18 de julio de 2009

QUEREMOS TANTO A DIANE


En una conversación de la que participé tiempo atrás, alguien, casi al pasar, deslizó un: “No sé por qué les gusta tanto Diane Keaton, si ni siquiera es linda”. Maldiciones al margen, ese comentario me llevó a interrogarme sobre los motivos que hacen de esta actriz una de nuestras favoritas. Ahora, ¿es necesario analizar aquello que se ama o mejor es simplemente disfrutarlo y ya? Es posible que ésta sea la solución adecuada. No obstante, si escudriño esta devoción es porque me apetece hacerlo; y si escribo sobre el asunto, quizá sea con una intención persuasiva. Léase: abultar la secta de adoradores de Diane.

En principio, cabría afirmar que la amamos porque es una actriz de cine y eso marca una diferencia. Es decir, hay mujeres ampliamente conocidas, populares; mujeres en cuyas manos se encuentran los destinos de millones de personas, que pueden ser muy respetadas, admiradas, temidas incluso, aunque muy raramente amadas. La excepción tal vez sea Eva Perón, pero ya sabemos que también ella gastó suelas en los sets cuando su apellido era el más descamisado Duarte. Es que el cine, nadie lo ignora, rodea a sus “trabajadoras” de un halo de magnificencia, más hijo del misterio que de la razón. Si no ¿cómo puede Meg Ryan, la insipidez personificada, tener tantos admiradores? Y, en ese universo, Diane es una estrella. Vamos, que ni tan famosa como Julia (aunque ahora Julia solo brilla por su ausencia), ni tan divina como Greta, pero estrella al fin.

Dos mojones signan su camino cinematográfico: la saga de El padrino y su ciclo a las órdenes de Woody Allen. En cuanto a la primera, esa chica tan americana contrastando con el súper italiano Michael Corleone (contraste que se agudiza en la segunda y en la tercera partes, cuando la desilusión y el temor le ganan la partida al amor), supuso un más que auspicioso debut. Con respecto al “ciclo Woody” (El dormilón, Manhattan, Interiores, Misterioso asesinato en Manhattan), es en él donde se convierte en un ícono: la neoyorquina culta, conflictuada, moderna (incluso en La última noche de Boris Gruchenko, filme de época, es moderna). La ropa, los gestos, las actitudes, aun los planteos que aparecen en los textos escritos por Allen, están (reconocido por el propio director) inspirados en Keaton. Aunque ella ha declarado que lo que hizo Allen, especialmente en Annie Hall, fue idealizarla.

Luego, ya instalada en Hollywood, realizó una serie de películas, unas mejores que otras: Esperando a Sr. Goodbar, Mrs Soffel, Reds (en la que pone de manifiesto su faceta de activista), ¿Quién llamó a la cigüeña?, Crímenes del corazón, El padre de la novia, Alguien tiene que ceder, figuran entre las más atractivas. ¿Qué decir de esos trabajos? Que más allá de la solidez en sus actuaciones dramáticas, es la comediante la que deslumbra. Una comediante que al manejarse dentro de un registro realista se distancia de las grandes trágicas (Meryl, Glenn) que, cuando descienden a la comedia, suelen exagerar la nota. De sus “labores alimenticias” surge la impresión de “hago esto –no muy brillante- para pagar aquello” (produjo, por ejemplo, Elefant de Gus van Sant). Pero, aun en estos casos, es interesante el modo en que se las ingenia para inmiscuirse en proyectos en los cuales “el qué” (feminismo, pena de muerte) importa más que “el cómo”.

Sin embargo, intuyo que al margen de estos valores “objetivos”, la amamos porque allá en nuestra adolescencia, cuando nos sentimos -¿nos hicieron sentir?- los raros del colegio, toparnos con alguna de estas películas (en mi caso Manhattan y Annie Hall) nos ayudó a comprender que la inteligencia, la gracia y la neurosis eran perfectamente compatibles. Que no estaba mal cuestionarse, que también la vida iba de eso.

En un relato de Manuel Puig, incluido en Los ojos de Greta Garbo, dos locas italianas sumamente apenadas por la muerte de la espléndida Silvana Mangano, hacen lo que hago hoy: desgranan una historia de amor. Seguramente así de tristones nos hallará, a mi amiga Lorena y a mí, el nefasto –y ojalá lejano- día en que Keaton “salga de gira para siempre”. Aunque esa partida tendrá su consuelo: el de ver a Annie enfundada en sus trajes masculinos caminando las calles de una mítica Manhattan. Así sea.

4 de julio de 2009

MUERTO DE CURIOSIDAD




Saber si me leyó, quisiera.
Saber si gusta de eso que leyó.
Saber si a través de eso que le gusta,
un poco siquiera, también le gusto yo.

25 de junio de 2009

INVENTARIO


Para P.

Este haber devenido el primo pobre que no llega a fin de mes, la tía que acampa en la entrada del banco dos días antes de la fecha de cobro, que en primera instancia podría leerse como un fracaso, no es tal si se piensa que la posesión nunca fue el objetivo. Si se quiere, el error reside allí: imposible andar este mundo sin tener presente que el dinero es necesario. Sin embargo, desde que no fue un motor, no hay frustración en no tener casa, auto o mp4. Entonces, es de gran importancia no confundir error con fracaso.


Inevitable que esta primera, y provisional, conclusión nos arrastre a la siguiente pregunta: ¿qué es lo que siempre se buscó? Las respuestas, la mar de vagas: una cierta excelencia espiritual, un saberlo todo, un vivir lo más poéticamente posible... Y allí sí puede haber fracaso si se coteja lo hecho por mí con lo hecho por otros, que a mi edad habían alcanzado cimas de perfección y belleza. Pero si la comparación es conmigo mismo, digamos hace diez, cinco años, es evidente que he avanzado en la dirección de mis deseos, y, en consecuencia, no hay por qué lamentarse.


Ahora, en cuanto a mi otro objetivo, escribir, si no lo hice antes o, mejor, si dejé de hacerlo durante una larga temporada, fue porque de modo inconsciente preservé mi escritura de la catarsis (hacer literatura, para mí, está muy lejos del “evacuar”), pues en ese momento mi desdicha era tal, que escribir, forzosamente, conducía al vómito. Desde el momento en que hubo calma, equilibrio la cosa se transforma, la búsqueda de la belleza es posible.


Entonces, podría decir (y no pretendo que se tome, ni tomarlo yo mismo como autojustificación) que mi existencia no es un fracaso desde el punto de vista de las concreciones -escribir como escribo, leer como leo-. En cuanto a los fallos en las elecciones, y aceptando que lo son y que pueden corregirse, son parciales, porque si miro alrededor, no siento que esas vidas me hubieran resultado más gratas. Y además, si bien lo económico se ha transformado en una preocupación en los últimos tiempos, lo ha hecho de manera muy restringida por cierto.


Y esto me lleva a la idea del precio de algunos sueños, que, aunque exorbitante, uno paga gustoso. Yo lo he hecho: con total conciencia y absoluta libertad he pagado por ser quien soy. Que a alguien pueda interesarle el producto, es un tema (¿el tema?) que aún está por resolverse. Será, por tanto, objeto de un futuro análisis. Quizá, de un futuro post.

9 de junio de 2009

CUANDO JUGAR ES NO JUGAR-SE.





…y ni hablemos de jugar por jugar. En estos tiempos sólo se participa en los juegos, si de antemano se sabe que hay todas las probabilidades de ganarlos. En el chat, por ejemplo, nada de endomingarse, nada de mistificarse, nada de verseo. “No me mientas”, reclaman los contertulios. Cruda y dura verdad. Y si de durezas, de turgencias se trata, también en el mundo virtual, allí está la imperiosa necesidad de ver al posible partenaire, ver las partes a las que no les da el sol del posible partenaire, y así nos evitamos las decepciones. O sea, de juntarnos para ver qué onda, ¡nada! La excusa: “no estoy para perder tiempo”, pues todos sabemos que el tiempo es dinero y el dinero es el rey del mundo, rubio como Di Caprio, aunque menos romántico e ingenuo. Sólo se pierde el tiempo en situaciones reguladas: frente al televisor, en el casino, en las obligaciones de las vacaciones. Y a río revuelto...ganancia de psiquiatras. Tan eficientes ellos, con sus soluciones rápidas (fun-da-men-tal, que sean rápidas), y la vida se transforma en aquella enfermedad que tanto temían Sartre y Simone, una enfermedad que, como otras, reclama (y tiene) su propia pastillita. Lo otro: vivir, mirarse vivir, dejarse sorprender han devenido lujos de jubilados y de locos. O sea, de los que no disponen de otra cosa que tiempo.

Y quién diría que por una situación general, un modo de vida (casi un modus operandi) nuestros cuerpos iban a perderse “las bodas gratas”. Pero así fue: no hubo tálamo, no hubo nuestros cuerpos enredados, no hubo nada.

28 de mayo de 2009




Largo tiempo
la máquina permanece
quieta, tanto que se teme
ya nunca vuelva a funcionar.
Una gota en el engranaje
y otra vez, se escribe.
Se escribe
este amarillo de abril en las venas,
este crujido de abril en los huesos.
Se escribe
el nacimiento de un año,
otro año que he muerto.

19 de mayo de 2009

¿DESEQUILIBRADO, YO?




Un mensaje desata mi imaginación, la excita. Abre la dicha de la palabra justa, el taxi al alcance de un gesto, la confusión de los sudores, la fatiga acariciada por el primer rayo de sol. Pero entre tanta dulzura de novela rosa, se cuelan los dardos de la indiferencia, del desencuentro. Y con ellos, el miedo. Un miedo que avivaría la emoción de internarse por los más oscuros senderos del bosque. Luego, la sospecha de que esto no es sino candidez, lisa y llana, y que el miedo es solo eso. Y todo, porque en la pantalla de mi celular, debajo de tu nombre, por un instante brilló un lacónico: tengo ganas de verte.

29 de abril de 2009

ELIZABETH TAYLOR ES LA PRUEBA O ATEOS ABSTENERSE



En National Velvet, una jovencita, azules los ojos, soñadora la mirada, cuenta a cámara que cada noche suplica a Dios la convierta en la mejor jinete de Inglaterra. A la luz de los años, a la luz de los padrillos (Milton, Wilding, Todd, Fisher, Burton, Burton, Warner, Fortensky), ya no cabe dudar sobre la existencia de Dios, ni sobre su generosidad.

26 de marzo de 2009

CON LA QUÍMICA EN EL CUERPO



I
Con su enésimo cigarrillo, enciende su enésimo pensamiento: “ninguna vida, aun la mía, está del todo perdida. O todas lo están, aun la mía”. Ignora la razón, pero lo piensa. Y luego del paseo por su cerebro, la frase clama por derramarse en tinta. Obediente, lo hace. La escribe. Se pregunta además, si habrá algo en el mundo capaz de saciar esta avidez de palabras que a cada hora de cada día lo asedia. Por supuesto, también esto deviene signos en su cuaderno. En su reducirse a cenizas, el cigarrillo ha alcanzado la plenitud.


II
Es tarde. Y aunque el cansancio lo empuje, demora el momento de llegar a la cama, enfrentar las bestias que acechan al final del insomnio. Para esquivarlas: una pastilla, un cigarrillo. Cada vez, sin embargo, imagina en su lugar la cursilería de un “hoy frente a un puesto de libros pensé en vos”. Tal vez así, bajo el influjo de esas palabras entraría en el sueño como quien entra en una iglesia. Pero como esa voz no llega, y rehuye la película de sus fracasos, apela a la química. Y cuando por fin comienza a apartarse, oye las palabras tan deseadas. Mas es tal la deformidad de los sonidos que se aterra. Entonces, la colilla cae; y él, también cae en la ciénaga del sueño artificial.

13 de marzo de 2009

ECRIRE


cuando el vacío se disfrace
de tarde de domingo, y la tarde
de hastío en los párpados
de peso en la mirada
tomar la pluma, cincelar
con palabras la imperfección
de un sentido, mínimo
como la negrura del insecto
que trajina el cielorraso

tomar la pluma, digo
contra pesos y hastíos empuñarla.

20 de febrero de 2009

1977, NOVIEMBRE



como bestia empeñada
en liberarse de su domador
así, quiso la tierra
desprenderse de nosotros

y gimieron
techos pisos paredes
lloró la madre
y todos
madre padre niños
casi desnudos
se asomaron al día

y cuando todo vibraba
y cuando de su labor renegaban
las vigas, hubo miedo

pero también, una máscara risueña
tendida sobre el abismo: la del padre.

2 de febrero de 2009

DESPUÉS DE LA GRANIZADA


(A la manera de Lugones, pero no)


Callar la angustia
silenciar la pena.

No decir
ni el clamor de los techos
ni el jardín en ruinas
ni la cosecha perdida.

Hablar, por ejemplo
de cuerpos tumbados sobre la piel
de damasco de una playa remota
o de príncipes rendidos al encanto
de pobres cenicientas

No pronunciar
las vírgenes estropeadas
en los ritos conjuratorios
tampoco la tristeza de los niños
que ven en los ojos de sus padres
la ingratitud de la alacena vacía

Callarlo todo.

Callar tu ausencia, terrible.
Más terrible aun
en esta estampa de invierno
en el centro del verano.

24 de enero de 2009

LA AMISTAD SEGÚN BERGMAN



(Para Nat y Carina, por su honestidad brutal)

La amistad es, como el amor, extremadamente sagaz. La esencia de la amistad está hecha de franqueza, de pasión por la verdad. Es algo liberador ver el rostro del amigo o escuchar su voz al teléfono contando precisamente lo más trascendente y penoso de contar. O también ocurre que el amigo se oye así mismo confesando lo que apenas se atreve a pensar. La amistad tiene a menudo rasgos de sensualidad. La silueta del amigo, su cara, ojos, labios, voz, movimientos, acento, están grabados en tu inconsciente, constituyen un código secreto que te hace que te abras en confianza y solidaridad.

Una relación amorosa estalla en conflictos, es algo inevitable. La amistad es más refinada, no tiene tanta necesidad de tumultos y depuraciones. Hay ocasiones en que la gravilla entorpece las delicadas superficies de contacto y eso causa dolor y dificultades. Yo pienso entonces: ¡maldita la falta que me hace semejante idiota! Pasa algún tiempo y el malestar se manifiesta de un modo o de otro, palpablemente a veces, con discreción las más.

“Voy a dar señales de vida, esto no puede seguir así, hay que cuidar los tesoros”. Y despejamos la atmósfera, la limpiamos, la restauramos.

El resultado es incierto: mejor, peor o como antes. No puede saberse. La amistad no está sujeta a juramentos ni a promesas, como no lo está al tiempo ni al espacio. La amistad no exige nada, salvo una cosa: sinceridad. Es su única exigencia, pero es difícil.