19 de abril de 2014

SIN HERRAMIENTAS



Casi con la regularidad de las estaciones
regresa el temor de que en los cuerpos queridos
sigilosa haya comenzado a germinar
la semilla de la desgracia

y cuando esto ocurre
con esperanza corro a mi cajón
con ansiedad lo reviso
pero no encuentro una sola herramienta
que me ayude a desactivar el espanto
de ver vaciarse esta casa
donde tantas veces me sentí cobijado.



SIN PARAGUAS



Los pasos y las voces 
filtrados a través de la celosía 
no dejan al ojo de mi mente posarse 
sobre una corta línea de palabras, quiero leer
pero mi mente no para 
como las voces y los pasos 
como la lluvia de la semana pasada 
que me hizo soñar 
con el silencio definitivo, y sin embargo
las galletas de coco en la cama
el jarabe iluminado sobre la mesa de noche
atestiguan que nunca he querido
el abrazo de la muerte
muy por el contrario
quisiera nacer de nuevo
como la semana anterior
cuando la invitación de mi mamá a su casa
despegó el moho acumulado
y fui otra vez
un mañana límpido
pura expectativa sin lamentos, pero
como ya no tengo catorce años
y "el futuro llegó hace rato"
no pude quedarme sino un par de días
y el viaje de regreso
más que en el espacio
se desarrolló en el tiempo: apenas
unos cortos kilómetros
y soy el afligido por sus errores
que sin el paraguas de la poesía
debería atravesar los días grises.