Casi con la regularidad de las
estaciones
regresa el temor de que en los
cuerpos queridos
sigilosa haya comenzado a
germinar
la semilla de la desgracia
y cuando esto ocurre
con esperanza corro a mi cajón
con ansiedad lo reviso
pero no encuentro una sola
herramienta
que me ayude a desactivar el
espanto
de ver vaciarse esta casa
donde tantas veces me sentí
cobijado.