19 de junio de 2007

JUGUEMOS

Las reglas del juego:




1. Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo


2. Además de las 8 cosas tiene que escribir en su blog las reglas.


3. Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres/blog.


4. Por supuesto, no hay que olvidar dejarles un comentario - que han sido seleccionadas para este juego - y leer tu blog.





En cuanto Fabricio y Fabro me acercaron sus "amables" invitaciones para participar en esta “cadena de intimidades”, mi primer impulso fue declinarlas. ¿Por qué? Porque sentí que nada significativo podía agregar a lo dicho en este espacio -que bien podría titularse “Todo sobre mí”- en el transcurso del último año. Pero, como soy muy educado -además de un pelín exhibicionista-, me decidí a dejar de lado mis prejuicios, mis pudores (?) e intervenir. Y mis confesiones son:





1. Amo la literatura, tanto que, en épocas de misantropía, esta devoción me lleva a preferir un libro a cualquier persona.




2. (Relacionado con lo anterior) Tengo serias dificultades para lidiar con la realidad. Tengo, asimismo, testigos que pueden dar fe de ello.




3. (Vinculado con los dos puntos anteriores) Adoro a mis amigos, que a su vez aman lo libros, y que a lo largo de los años han puesto en práctica su generosidad al crear una realidad paralela en la que puedo cómodamente insertarme; realidad hecha de humor, palabras y mucho, mucho afecto.




4. Aunque no ignoro lo dañino que es, amo el cigarrillo, pues ha acompañado –cuando no propiciado- algunas de las conversaciones más intensas y hermosas que he tendido en la vida. Además claro, de haberme obsequiado, allá lejos y hace tiempo, a mi amiga Lorena.




5. Fruto de una adolescencia acaso demasiado seria, he conservado un desprecio violento hacia la frivolidad. Sin embargo, los años me han enseñado que simplemente no es posible “ser sublime sin interrupciones” y que, de tanto en tanto, es necesario, imprescindible, relajarse y gozar. Pero esto aún es sólo un aprendizaje.




6. Detesto esos instantes en los que mi comportamiento evidencia lo oxidado que se encuentra mi sentido del humor. Por suerte hasta ahora son sólo momentos.




(La séptima y la octava se las debo pues en este momento no se me ocurren.)




Y así, entre estos amores, estos desprecios y algunas pastillas va mi vida. ¿Adónde? Sin respuesta.




Y ahora el momento espinoso de todo este asunto… los encargados de continuar esta cadena son: quebrantapájaros, anto, fragaria, Fabricio, fabro, Paula, Luisgui y Alejandro.




Nota:
Querida Paula: Sé muy bien que no es ud la feliz poseedora de un blog (¿por qué? Es una picardía que sólo limite sus participaciones a comentar), y aún a riesgo de contrariar las reglas de este juego y que el Dios de estas cosas de Internet me castigue, la invito a que deje en este espacio sus confesiones. Ud sabe, por mis comments en otro blog, que me “deliro y me desplumo” por bio y autobiografías, diarios, memorias, confesiones, etc. (Aquí está la séptima confesión) Obviamente, no iba a perderme la oportunidad de practicar mi inofensivo vicio con ud. .

8 de junio de 2007

BAGATELAS II: Lo fugaz

Unas palabras dichas y unos besos dados una noche brillante de sudor. Debió quedar en eso.




El añadido inútil: la curiosidad de mis uñas astillada contra la coraza de su silencio -nunca supe de la música que acompañaba sus días, ni qué secretos le susurraban sus piedras, ni a qué juegos jugó su infancia en las márgenes de cierto río-.




Es que tal vez sus ojos vieron claro que sólo eso debía ser: unas palabras, unos besos y el calor de la noche de verano.