20 de diciembre de 2014

RENACIDO



No sé cómo
tampoco cuándo
pero sí, que mi deseo cayó enfermo

él que tenía siempre
las comisuras húmedas
y movía las pupilas
detrás de esto y de aquello
perdió el apetito
ganó palidez
cada vez más débil
se fue secando
como el último malvón de la fila
eterno excluido de mis atenciones

lo curioso del asunto
es que cuando salía
y lo dejaba postrado
era incapaz de advertir
que su mal se arrastraba
por la calle conmigo

lo increíble del asunto
es que rechazaba darme cuenta
de que sin su presencia
de gato inquieto
de sol de media mañana
lo que presuntuoso
llamaba mi vida
era apenas un simulacro aturdido
un desganado tránsito

hacia la muerte. 

PROMESAS INCUMPLIDAS



Justo cuando el compromiso
era no pensar más en vos
ni en el camino absurdo
que elegiste para irte
por la ciudad encuentro
un auto idéntico al tuyo
y sin querer pienso
en que ya nunca
el calor de mi sangre lo verá
estacionado en la mirilla
con los dibujos que le traza
la verja del jardín
y pegadito me viene
el pensamiento amargo
de que tampoco tu perfume
quedará como un eco
resonando entre las sábanas

entonces solo puedo pensar
la tarea de expulsarte de mi cabeza
como un episodio más
en la historia de un tonto cualquiera
que versifica las promesas
que aún es incapaz de cumplir.