28 de julio de 2008

DE CUANDO UN CO-BOS QUISO CONVENTIRSE EN UN "BOSS" II


(RESPUESTA A MARIA CASTAÑA)


Quienes no somos partidarios del gobierno (hay que ver lo ingratos que resultan los actos de Néstor Kirchner secundado por los muy adecentados Moyano y Barrionuevo), ni tenemos tampoco nuestros intereses (léase: dineros) puestos en el mundo de la soja, experimentamos un desamparo equiparable al de los partícipes involuntarios de un tiroteo entre policías y ladrones, que de pronto, además de aterrados, se sienten desconcertados por la aparición de un tercero –o cuarto- en discordia, cuya afiliación resulta oscura (¿es policía? ¿es ladrón?) Lo ilustro con un nombre: Julio Cobos. Porque ¿qué es Cobos?, ¿no era del gobierno?, ¿es del campo?, ¿es un arribista que prepara su futuro político? A mi modesto entender, por aquí viene la cosa.

En primer lugar, porque su actuación de “hombre de familia” (sic.) en el Senado, que tantas adhesiones y rechazos suscitó (de un lado: héroe, para los interesados en prolongar su rol de “dueños de la tierra”; del otro, para los que procuran continuar medrando con sus planes sociales y participando de la “política” a pequeña escala: un traidor), para nosotros, los neutrales (?), no puede ser sino la intervención de un trepador. Me explico:

Alguien, que para alcanzar determinada posición, sacrifica sus más profundas convicciones, es un trepador. ¿Cabe alguna duda que para ser aceptado en la fórmula presidencial Cobos debió ceder algunas “cosillas”?

Alguien que, al no recibir lo “convenido”, se “corta solo”, se baja, y no por sus convicciones (a las que como hemos visto, renunció), sino porque busca su cuota de poder (presente o futuro, lo mismo da), que en este caso es la visibilidad, el reconocimiento masivo (recordemos que antes de diciembre, fuera de Mendoza, el ingeniero era un perfecto desconocido), también es un trepador.

Porque, convengamos, no es creíble que un funcionario de la primera línea (¡el Vicepresidente de la República!) desconociera las planes económicos del gobierno que integra hace apenas siete meses. Entonces: descartada la ignorancia, descartadas las buenas intenciones.

Pero quizá lo más temible del caso sea la poca –nula- memoria de los argentinos. Aún está tibio el cadáver del asunto “Chacho Álvarez” y nos vemos envueltos en un episodio semejante, es decir, una alianza que reúne a políticos provenientes de sectores divergentes, amuchados para ganar una elección; que a poco de andar se fractura, con su consecuencia más peligrosa (mucho más que el desabastecimiento): la poca gobernabilidad.

Entonces, a nosotros, los neutrales (?), no nos queda otra que acomodarnos a vivir como los rehenes que, pese al miedo, buscan resguardo en los lugares más seguros, por pequeños que estos sean (aprovisionamiento de leche, harina, azúcar), o los resquicios por los cuales emprender la fuga (aeropuertos, terminales de ómnibus). Pues lo otro, lo sensato, lo inteligente parece inaccesible, a saber: ejercer con plena conciencia nuestro derecho a elegir autoridades, y, sobre todo, desconfiar de oscuros salvadores que, como acabamos de ver, no siempre portan las mejores intenciones.

22 de julio de 2008

DE CUANDO UN CO-BOS QUISO CONVERTIRSE EN "THE BOSS"

¿Qué hacer cuando ninguna de las opciones que nos brinda el menú nos resulta grata? Los buenos modales nos indican que un sencillo “no, gracias” alcanza. Pero ¿y si de veras nos está picando el bagre?


Esta es la sensación que experimento ante la situación política del país: los del campo me provocan náuseas (evidentemente no me refiero a los pequeños productores sino a los oligarcas, que nadie ignora, existen. Recomiendo Fin de fiesta de Beatriz Guido), y los del gobierno, me asquean. ¿Y Cobos? ¿Qué es Cobos? ¿No era del gobierno? ¿Es del campo? ¿Es un trepador? (¡mierda, no aprendemos más! Parece que el “episodio” Chacho Álvarez no nos enseñó nada)

Entonces, como cuando era pequeño y el plato no era de mi agrado, me meto en la cama en ayunas, aunque con la certeza de que el hambre no me dejará dormir.

17 de julio de 2008

EL PARTO

Líquido, el sonido de las llaves lo arroja en esa casa que no habitan pájaros, ni sueños exóticos, ni un vos, ni bellas melodías.

Entonces, por la casa vacía camina, ordena los trastos, deglute los alimentos. En silencio, siempre. (La noche de la ciudad, tamizada por los cristales, es el eco de un eco, casi nada.)

Y esta soledad –o caverna oscura- que bien podría parir fracasos, números en rojo, hoy sin embargo, abre las piernas y alumbra la escritura.

1 de julio de 2008

REBELIÓN EN LA INFANCIA

Nene paveando se tropieza y cae.
Mamá, que carga mochila, guardapolvo y demás bártulos escolares, lo mira como diciendo “si serás pelotudo”.
Nene a voz en cuello, pregunta: ¿Qué? ¿Por qué me mirás así? ¿Vos nunca te trompezaste?