5 de agosto de 2010

VENDAVAL


en los cimientos del castillo por él levantado
hay una mentira
que como tiene las patas cortas
no puede escapar a la violencia
del viento de la verdad
que lo desnuda
lo reduce a su condición de hombre
pobre hombre
que pudiendo lamentar la hechura defectuosa de los cimientos
llora su desnuda consecuencia

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hombre pequeñito! El tema de las mentiras...¿Una sola mentira tenía guardada? Mmmmm....el gran problema es mentirse...¡Cómo cuesta luego superar los vendavales...¡Se te cae la casita!

sergio dijo...

Gracias anónimo
Peor que la caída de la casa, creo, es continuar mintiéndose. ¿Cómo? echándole la culpa al
al vendaval y no a los malos cimientos. Pero bueno. Los humanos somos tan débiles. Al menos yo lo soy.

Sergio dijo...

las mentiras nunca llevan a buen puerto ...pero muy lindo el poema sobre la misma ...aveces mentirnos ayuda a superar ciertos problemas ...

Proyecto Maria Castaña dijo...

Algunos detalles:
Al leerlo, suena mejor decir "tiene patas cortas" que "tiene las patas cortas"; otro, ¿por qué no dividís el penúltimo verso?, llegué con tubo de oxígeno a "cimientos".

Hernán Schillagi dijo...

Me gusta este poema con ese penúltimo verso que se desborda de toda métrica. Dejar sin aire (en la boca y en los ojos) al lector a veces es bueno. Tiene que ver mucho con el vendaval de las palabras que viene un poco tímidas y se arrojan al todo hacia el final.

Si la mentira nos convierte en hombres, entonces bienvenida. El endiosamiento de la verdad apabulla para el que la persigue y quiere sostenerla.

Muy bueno ese freno parentético "pobre hombre", porque funciona como el trampolín para zambullirse en los dos últimos versos.

Anónimo dijo...

Hola amor! sabes que odio publicar pero vamos a hacer una excepción.
No estoy de acuerdo con " anónimo " en eso de como construir la casita despues del vendaval(circunstancial y posterior a la construcción de la casita a mi parecer).Me encantó el poema y yo rescato el hecho de que uno proyecta y construye basándose en lo que uno quiere que sea y no en lo que en realidad es.
Bueno es poder,despues del paso del vendaval, reir y volver a levantar los muros asegurándote de la fortaleza de los cimientos.
Adoré
Nikita

sergio dijo...

Sergio:
a veces (muchas) creo en eso que ud dice, que mentirnos ayuda. Otras, como cuando escribi el poema, tiendo a creer en la bola de nieve. Algo chiquito se convierte en una catástrofe. Igual hay que ser valiente y a veces no lo somos. Bah, yo no lo soy.

sergio dijo...

Pau: lo de "las " patas tiene que ver con el dicho. Tiene las patas. Pero es probable que tenga razón y suene mejor patas cortas. En fin evaluaré. El verso largo es porque la lectura se me daba así, agotadora, extenuante. No podría fundamentarlo racionalmente.

sergio dijo...

Hernán:

la verdad es que si la mentira nos convierte en hombres, todo bien con la mentira.
pero cuando nos transforma en esclavos que pasamos la vida tratando de sostenerlas (como las viejas intentan guardar los secretos -mentiras- familiares), la verdad es que me quedo con una verdad tan sencilla y desnuda como "no te quiero" o " me la como y qué"
en fin
esto lo creo
no lo sé a ciencia cierta

sergio dijo...

Niki:

Es como me dijo en privado, cuando uno construye y en la raíz hay una mentira, no hace falta un vendaval. Con la brisa suave de la mañana es sufieciente para que todo se venga en picada y nos quedemos desnuditos. por suerte la risa nos acompaña.