14 de marzo de 2007

La buena gente sabe dónde está la felicidad


Juana Bignozzi







Los domingos en un pueblo abrazado por viñas, ido el sol, la gente pasea. Da lo mismo si a pie o en auto; el caso es que lo hace, al no tener por horizonte horario alguno, lentamente. Ese andar demorado deja constancia de que en pobres alacenas yace el sustento. Aunque también, podría leerse como el insulto de los obreros a la urgencia del amo de que nunca nada se detenga, ya que es en esta velocidad donde radica la clave del ensanchamiento de sus arcas, las del patrón, hasta lo imposible, lo escandaloso de ignorar sus dimensiones y no saber ya qué hacer con ese oro.




Pero la gente el domingo abandona el juego, y al caer la tarde, en un pueblo, derrocha su tiempo en la pura felicidad de un paseo.

7 comentarios:

# dijo...

Che, qué buen texto. Me gusta esa gente que vive tranquila, sin la desesperación del consumo desesperado, contenta con el sustento básico y paz en el alma. Nada que ver con Cap Fed. Abrazo

Juano dijo...

Sergito!!!!!!!!!! Qué lindo volver a leerte!!!!! Cuando desaparezco, me pierdo y me encuentro con la calidad de tu "tipeo" (quedaba mejor decir pluma, pero el teclado no admite tinta!!! -cuak-)me dan ganas de desaparecer nuevamente para disfrutar del placer que es reenontrarte y leerte, cada una de tus palabras me llegan, y mucho. Impecable, emotivo, simple y profundo... ese es Sergio escribiendo.

Muchos besos!!

Anónimo dijo...

Señor! siempre presente por estos lados. GRACIAS por sus consejos de ayer, sabado a la noche...no fueron de mucha utilidad y por que lo intente, no pude. Sergio, gracias por estar ...

besos

Anónimo dijo...

Sergio
Alejandro: muchas gracias por el comentario, pero la verdad, no estoy tan seguro que esa gente viva "tan tranquila", me parece que es más una fantasía personal que otra cosa. Hasta aquí también han llegado la obsesión por la tv satelital y el plasma y....

Anónimo dijo...

Juano queridö: no estaría mal que hubieras escrito "pluma" porque de hecho escribo en un cuarderno escolar y con pluma. Luego sí, tipeo. Pero el placer de la pluma sobre la hoja, nadie me lo quita. En cuanto a desaparecer, no lo hagas (ni de aquí ni de tu blog) porque se te extraña. Y mucho.

Soy Sergio

Hernán Schillagi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hernán Schillagi dijo...

Plumífero amigo (lo digo por el modo en que escribe sus borradores, je-je): su texto me trae ecos (bien digeridos) de Rulfo. Veo, con entusiasmo, que su registro se amplía hacia otras temáticas. El que escribe debería siempre hacerse su propia revolución y apostar todo lo que ha conseguido al caballo que menos paga. Lo felicito.