20 de diciembre de 2007

a L., desertora.




Que nuestras pupilas ya nunca alberguen la imagen de alguien, parece improbable en una ciudad tan indigente de recovecos como esta. Sucede, sin embargo, que los nombres resbalen de las agendas y se ahoguen las voces en el olvido y la algarabía de unas llaves nos deje de este lado para siempre. Seres amados o apenas vislumbrados que, como por un pase de magia, se esfuman sin dejar siquiera una estela tras de sí. Pero también, que aun en el vértigo de la ausencia algo perdure, asfixiante. Algo que acaso sólo encuentre salida en los poemas escritos a esos, los sigilosos desertores de nuestras vidas.

6 comentarios:

Hernán Schillagi dijo...

Amigo: Sabina dice que desertó del batallón de los "nacidos para perder"... Sé que no es el caso, sé cómo fue la deserción, sé -también- que no hubo las suficientes explicaciones...

Pero, y disculpe que sea tan duro, deje Ud. que huya, que se disuelva en el tiempo, que se salga con la suya finalmente.

Por experiencia sé que un día cualquiera, uno se cruza con el desertor/a y es otro y el mismo (ah, Borges) y las miradas desandan el tramo perdido pero por otro camino.

Fragaria Vesca dijo...

A veces nosotros también amainamos la persistencia y abandonamos la búsqueda. La pena es tener, de todos modos, a esa persona en el alma. Y todo tan desierto e incierto... y tan lejos el agua...

Luis Guillermo Franquiz dijo...

¿Recuerdas la entrada que escribí al respecto? Lo que me asombra es la forma inesperada que tenemos de asumir la súbita ausencia. Es descubrir que a nuestro rompecabezas vital le falta alguna pieza, o que nuestro libro de vida ha perdido algunas páginas particulares... Sólo nos queda remontar la cuesta y reescribir sobre la marcha, en contra del inexorable olvido, intentando retener aunque sea un atisbo de lo que ya fue.

Por cierto, si me disculpas la intromisión, ¿tendrás un correo al que pueda escribirte? Gracias.
Un abrazo.

sergio dijo...

Quebrantapajaros:

Ud ya sabe lo que sucedió. Hubo, como en otras ocasiones de la vida, una conexión mental entre la última ausente -la más extrañada- y este pequeño post y varias conversaciones. En el fondo, creo, fue puro ardor de orejas.

sergio dijo...

Fragaria:

Esa persona -como otras, pero más- está ligada a nuestras vidas y eso es así. Marina Colasanti dice: Se separan los cuerpos, pero no se aputan los recuerdos. Y adhiero.

sergio dijo...

Luigui:

"Si perdieras algo tuyo, algo que no estaba destinado a perderse, tu cifra sería inexacta para siempre" dice la maravillosa Claudia Masin. Y lo recuerdo por lo que ud dice amigo: durante meses mi rompecabezas ha estado incompleto.

Mi mail -para lo que guste- es: durasianos@hotmail.com