16 de marzo de 2008

Huellas de tinta negra abandonadas como al pasar, eyaculadas casi, en un cuaderno alguna noche remota.
Huellas de tinta negra como fotografías antiguas -de esas que nos avergüenzan-, escondidas, del acecho de la sonrisa burlona y el juicio preservadas.
Puestas hoy bajo mis ojos evocan una vida, una punzada que fue la mía. Huellas en cuyos trazos alienta el negro temblor de la tormenta.

4 comentarios:

Hernán Schillagi dijo...

Amigo: éste sería una versión de Lorca siglo XXI, sería el "Post de la pena negra" y Soledad Montoya es un manchón de tinta que, en vez de huir de la muerte, huye de una tormenta que aún aturde.

Hace mucho, mucho (como cuatro años) escribí en mi blog que a veces, lo que escribimos en un papel, es como sonarse la nariz: con fuerza y sin meditar nos sacamos lo que nos molesta de adentro, lo miramos con asombro y asco sobre el papel (tissú) y sin piedad lo arrojamos a la basura.

Muy buena su reflexión. Y a soplar!

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Este texto me suena a tango, compadrito. Y de los que eyaculan nostalgia atrasada.

Paredón
tinta NEGRA en el gris
del ayer...

Creo que las punzadas de esa vida que es más tuya que de nadie, no te avergüenzan, por el contrario, te enaltecen. Al evocarlas, sos feliz. Con esa alegría adusta que parece tristeza pero te causa tanto o más placer que los momentos presentes.
Mis libretas amarillas, mis viejos papeles sueltas a veces tiran ese clásico olor a pis de gato made in biblioteca de FFyL, pero me abrazan. También las fotos de 5x10 en blanco y negro de mi papá y mi mamá haciendo una maqueta de biología cuando tenían 16 y 14 respectivamente. Y escribo esto y estoy llorando frente al teclado... y gozo por ese tiempo que no viví. Y dudo mucho que ningún estímulo YA pueda superar está sensación caliente que tiene que ver con lo que fui, incluso antes de ser nada.

Luis Guillermo Franquiz dijo...

Siento que decir cualquier cosa alteraría el delicado y armónico balance de tus palabras. Me gusta la prosa simbólica de tu evocación.

¿Te lo había dicho?

sergio dijo...

Quebrantapájaros amigo:

Me gustó eso del "Post de la pena negra". Es tan....moderno. Igual, si yo soy Soledad Montoya, espero el futuro no me depare un cantautor rosarino, porque en ese caso en lugar de "caballo que se desboca/al fin encuentra la mar/ y se lo tragan las olas", voy a ser un caballo suicida.