29 de diciembre de 2010

VERSIÓN COMPLETA



Variaciones sobre el mismo tema


i

aturdido por los tráficos humanos

cuántas veces te apeaste

y permaneciste en el andén

solo como el capullo gentil

que en el jardín del otoño ofrenda su color



y cuántas veces

después de larga ausencia

recuperada la calma

recuperadas las ganas

has recibido como un puñetazo

la confirmación de que

con la indiferencia de una mujer hermosa

la vida siguió su curso





ii

desde el andén mirás

el trajín de las partidas

las llegadas

desde el andén mirás

desde el andén pensás

debería comenzar a moverme

1 comentario:

Anónimo dijo...

Considero que quedarse en el andén es un movimiento. Es una forma de moverse al estilo de un ajedrecista que espera el movimiento del otro, lo anticipa, analiza cómo juega. El tráfico humano siempre me ha abrumado. Prefiero que pasen sin ser vista...En la noche, en la soledad, moverse por el andén, con menos tráfico, resulta siempre más interesante y enriquecedor...