1 de febrero de 2011

MUCHACHO ANACRÓNICO



tarde conocí los libros
más tarde
en un rincón de la noche
me topé con vos
tarde muy tarde
he llegado a casi todo

no veo sin embargo
que hubiera podido ser
de modo diferente

este andar
de caminante en la arena
acaso responda a la incómoda
pero constante necesidad de entender
saber por anticipado

y ahora sé que no importa
que no importa o no es posible
que solo se sabe
cuando se sabe
en el momento preciso
nunca antes


nota
un creo un sospecho
hubieran sentado a la estrofa anterior
un creo un sospecho
barajados y desechados
porque aprendí que vacilar
es el síntoma primero
de la enfermedad de la postración

1 comentario:

Hernán Schillagi dijo...

Sergio: veo que en estos últimos poemas, a veces pariodiando, otras reflexionando; Ud. intenta barajar las distintas facetas de algunos varones y Ud. mismo.

Aquí, este muchacho (anacrónico) que los trenes del tiempo le han pasado más rápido de lo que el camina hasta la estación.

Muy bueno (y demoledor) el recurso de la "nota" de la última estrofa. Ahonda la reflexión casi aforística: "que solo se sabe/cuando se sabe/en el momento preciso/nunca antes..."

Pone en duda lo poco que ha llegado a descubrir. Muy valiente.

Por último, algo ya le comenté que me interesa mucho su nueva búsqueda en cuando a la cadencia del verso. Las repeticiones, los cortes de una breve pero honda respiración. Eso sí, cuidado con no caer mucho en el "verso/idea". Para un lector entrenado, resulta un facilismo; aunque sé que muchos lo cultivan o lo agradecen al leerlo.

Aunque sé que Ud. no lo está haciendo por pereza auditiva y "ganchera". Todo lo contrario, para llegar a esta aparente "claridad" tejió con paciencia de araña un hipérbaton tras otro, encabalgamientos fuertes y suaves, sintaxis con signos de puntuación y sin ellos, prosa poética, verso prosificado, verso de amplio período y demás. Es decir, Ud. atravesó la oscura selva del lenguaje a machetazos limpio y viene a contarnos/cantarnos lo que vio y cómo lo vio.

Quien le dice que, a la vuelta de la esquina, le espera otra selva.