Subido a las palabras
viajo hacia lo oscuro de mí
hacia ese niño solitario
que de una rama se mece
y meciéndose sueña
un objeto prodigioso
un lugar lejano exótico
la tibieza de un cuerpo
ah sueña
cuánto sueña
hasta que un día cualquiera
abandona el magnolio
para siempre.
2 comentarios:
Algunos sueños de ese niño solitario se convirtieron en realidad. ¡A seguir viajando con las palabras, con su poesía a otros oscuros lugares de su ser!
Imagine el niño q se mece y sueña...Y q todabia sueña... Carola
Publicar un comentario