Nada tan cómodo
como no llevar nadie
bajo mi piel
y sin embargo
estar por alguien
-alborozo del teléfono
de las sábanas vigilia-
por esos huesos
que avispan la sangre
la saliva y el semen
que cierran el estómago
y llenan cuadernos
de tinta cursi
estar por alguien
por sus huesos digo
aunque incómodo
condimenta ese plato soso
puesto en la mesa de cada día.
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