2 de octubre de 2006

Lunes optimista

Podría darse el caso de que en un momento del cual nada se esperara, algo sucediera. Su noche sería tal, que no habría la posibilidad de saber qué es, ni que nombres le sentarían. Se ignorarían, asimismo, sus consecuencias. Aun así, seguiría siendo “algo”. Algo que dirigiera nuestras vidas por uno o dos días y que, tal vez, nos impulsara a salir en pos de otros “algo”, que colmarían a su vez otros dos o tres días, y así sucesivamente. Seguramente se les ajustarían cualesquiera de los nombres de lo trivial.

Pero también podría ocurrir que alguno de esos “algo” fuera más que eso y empujado por su propia fuerza se irguiera hasta transformarse en una evidencia, un centro. Para designarlo, se recurriría a una de esas formas privilegiadas que escapan al tiempo y al olvido.

Y entonces, el ahora nombrado, prolongaría sus raíces alma adentro, circularía por nuestras arterias, modificaría el tono y la textura de nuestra piel y acaso, nos restituiría al fin, la ilusión de siempre esperar algo.

4 comentarios:

Hernán Schillagi dijo...

Ma` sí, me mando. La verdad es que no entendí mucho (algo así le pasa a Ud. con algunos de mis textos); sin embargo, puedo decirle que no soy nada original porque detesto los lunes (en todas sus formas, hasta cuando son feriado por decreto). Aunque Ud. le ha encontrado la veta positiva, aquello que puede sutilmente darnos una luz, ese "algo" que esperamos en cualquier día, sea martes , miércoles...

La mención de Dios en el post anterior y el deseo de un centro no son casuales. Evidencian un momento de ganas de creer de su parte, de estabilidad, de esperanza al menos.

Entonces... a ilusionarnos, carajo. Que hoy es jueves y la semana ya tiene un olor a podrido que no aguanto más.

Hernán Schillagi dijo...

Che, está bien que el post no se entienda mucho. Pero, su autor ¿por qué no contesta? Está tratando de comprender/se.

Anónimo dijo...

Me sumo a las ganas de crearse ilusiones!Estamos aquí y amamos las palabras engendradoras de realidades alternativas! Creamos nuestra zona personal en donde intentar ser felices! Y dicen que las mentiras matan! jaja!

sergio dijo...

Quebrantapajaros: en realidad si no contesté fue porque me mortificaba desilusionarlo. Por qué? Cuando lea mi último post lo sabrá. Igual le adelanto algo: el optimismo me duró lo que me dura todo: nada.