21 de noviembre de 2006

AJUSTE DE CUENTAS

Diría que tengo vagamente ganas de morir.
Marguerite Duras



Quince años, apenas quince, y ya el peso de la vida ha comenzado a doblegarlo. La caída de Dios abrió en el cielo una herida vertiginosa hasta la náusea, que durante un tiempo aún no será suturada por los libros; en la novedad de su cuerpo ha florecido un deseo nocturno, asfixiante.

(En el centro de la imagen un polvo amarillo; un polvo que se guarda en lo alto de un armario, fuera del alcance de los niños)

Es en lo más inmóvil de una siesta del verano de sus quince años, cuando sobre él se despeña el ansia de no resistir, de abandonar, abandonarse, emprender la fuga que dejara atrás al cuerpo. Esta sensación que hoy se estrena, será luego, invariablemente, trueno o relámpago en el centro de sus tormentas personales.

(El mismo polvo, que según dicen, usó la chica aquella, la del colegio, el otro verano)

Sin embargo, el acontecimiento no se consuma. Es que adherida a esta impresión aparece otra: el miedo. Un miedo que corre frío por la espalda, que desquicia los dientes; y que desde ese instante, y tal vez para siempre, sea el vencedor de todas sus batallas.

(Ese polvo amarillo, intacto, ligado a mi vida)

3 comentarios:

Adrian Pegaso dijo...

Como de ignorante que soy en materia de lectura, escritores y demas solo puedo decir que el texto esta muy bueno y que me agrado y, sin embargo, siento que tampoco digo mucho... me resta nomas dejarte mis saludos.

Bexos
Ad

Hernán Schillagi dijo...

Sergio: ¡está muy hermoso! Realmente. No adolece de lo que hemos charlado en este último tiempo sobre la prosa. Hay un equilibrio en las imágenes y la adjetivación. Sobre todo me gustó mucho ese contrapunto que se evidencia entre lo dicho y lo que se dice entre paréntesis con los dientes apretados. La cita de Duras es la primera llave de luz hacia un abismo que abrasa, pero que abraza.

Pd: Horrible la letra más grande en los post. Muy tosco y tampoco favorece a la lectura.

sergio dijo...

Adriano: gracias, aunque le aclaro que uno no necesita saber nada para leer esto -no es un tratado de física-, es nada más que un diario íntimo, corregido.

Hernán: gracias por el comentario. Acabo de pasar por quebrantapajaros y me encantó el último post que tiene algo de sus primeros post (el humor, la crítica). Ah, pero aquí hablamos de mí. A mí la letra tampoco me convence, pero ud ya sabe lo "tosco" que soy con esto de la compu. Ni siquiera he aprendido a linkear. Voy a guardar la frase esa "la cita de Duras...", en mi corazón.