25 de abril de 2007

Esta vida vale lo mismo que otra.


Simone de Beauvoir.




Desatento a las indicaciones del almanaque que estrenó ya otoño, el sol calcina la tierra. Como en otras ocasiones, dos amigos trajinan las calles del pueblo. La diferencia es que hoy, después de largo tiempo, lo hacen solos -los niños, los de ella, han quedado en casa al cuidado del padre-. Como antes, fuman. Y mientras caminan y fuman, enumeran sus fracasos: autos, viajes, billetes -invariablemente ajenos-; también sus pérdidas: belleza, ganas, juventud. Si no fuera por el modo en que estas cosas son dichas, pasarían por dos perdedores. Pero el humor inflama las velas, se cuela entre sus palabras y las carcajadas espantan la amargura. Y sí, erigieron sus vidas -material y espiritualmente- en los suburbios del mundo; y aunque de tanto en tanto no puedan esquivar los dardos del desaliento, se saben marginales, polizones casi, y lo disfrutan; saben además que, pena más pena menos, conservan intactas las ganas de reír. De todo: de ellos, de las asperezas de su oficio, de los amantes que se evaporan antes de llegar, del miedo a la vejez y la muerte. Y esto, porque también saben -de una forma oscura, pero lo saben- que pese a todo se tienen.

8 comentarios:

Rossana Vanadía dijo...

"Si no fuera por el modo en que estas cosas son dichas, pasarían por dos perdedores" ese es el nùcleo, la suma, la resta y las otras operaciones de la vida. Y como la resolvemos. Para mì suma mucho la cotidianeidad, lo demàs le da cierta elegancia.

Fragaria Vesca dijo...

Ustedes (esa amiga del alma y ud.) son dos seres deliciosos. No es raro que cada momento juntos sea memorable. :)

Adrian Pegaso dijo...

Sin la cuota de humor que ellos le agregan a su tragicomica vida , y que en cierta forma nos representa un poco, no seria posible seguir caminando y comentando los vaivenes de la misma.

Bexos
Ad

sergio dijo...

Ross: efectivamente allí está la cuestión, es decir, ponerle onda al asunto. A veces resulta difícil, pero bueno, quién dijo que esto de vivir era fácil.

Fragaria: mire quién habla de seres deliciosos!!

Adrián: qué bueno que haya vuelto a este pequeño planeta. Se extrañaban sus bexos.

Hernán Schillagi dijo...

Sergio: no te creo. No te creo que hayas perdido las ganas al menos. Sino este texto -tan íntimo pero tan trasladable- no existiría. Caminar lo hablado debe ser la última materia que debe rendir para recibirse de "amigo" con diez. Las risas son el sobresaliente. (Sos)tenerse uno al otro, con los gestos, las caracajadas y la mirada (¿recuerda el texto sobre La mala visión?) Un placer compartir su amistad con su hermana menor.

Anónimo dijo...

"(...)conservan intactas las ganas de reír. De todo: de ellos, de las asperezas de su oficio, de los amantes que se evaporan antes de llegar, del miedo a la vejez y la muerte."

Reír...qué difícil llevarlo a la práctica. Como usted muchas veces me dice, "hay que jugar con la ironía". Tapar con ingenuas sonrisas esa tristeza tan profunda y solitaria, tan nuestra. Mirándonos desde otro punto, somos tan insignificantes, tan débiles, tan estúpidos...tan humanos.
Sigo con mi pesimismo, y a pesar de burlarme de lo patética que soy, las cosas no cambian. Es como si fuera un pozo sin fondo...uno baja y baja, pero cúál será el fin???

Besotes querido Sergio, y disculpe por no haber firmado antes...

sergio dijo...

Quebrantapájaros: claro que recuerdo ese texto -si no se lo dije, fue genial sentirse un personaje-.

En cuanto a lo demás, nosotros, digo ud y yo, con lo que caminamos y nos reímos este finde por las calles de San Martín, arrastrando a su pequeña, tenemos un Felicitado. Y ella, ni hablar!!!

Hernán Schillagi dijo...

Gracias amigo: todo sea por tener "historias de familias" que contar. Aunque uno después se sienta un "pulpo" o una "ballena".