1 de septiembre de 2007

MORFEO ESQUIVO

Morfeo juega a las escondidas conmigo que en espinosos laberintos -los del pasado, los de tu ausencia-, me extravío. Sin embargo, no renuncio. Tanto lo persigo que, al no encontrarlo, caigo en su trampa. Y ya se sabe que para el cazador la impaciencia es un yerro del que la presa se vale para prolongar su huida. Y al alba, diluidas las esperanzas, un peso en los párpados anuncia la vecindad del tan deseado. Mas, imposible que este encuentro demorado devuelva a sus fuentes la hiel que horas de pastillas y cigarrillos y sábanas enloquecidas, destilaron.

20 comentarios:

Hernán Schillagi dijo...

¡Guau! Lo de "sábanas enloquecidas" me quemó el bocho:

Remedio 1: ya lo ha encontrado, escribir sobre el tema.

Remedio 2: pedir al señor del ciber al que vengo el disco de "Los nocheros". Cuando escuche Ud. "Mama, mamá... es tanto lo que tú me das". Se va a querer matar o dormirse pronto, pronto.

Dulces sueños.

Rossana Vanadía dijo...

Morfeo le dió pulso para esta letra. Los felicito.

Juano dijo...

"Espinosos laberintos, los del pasado, los de tu ausencia" ... A veces leer una frase, una palabra, una idea te transporta a lugares y situaciones tan guardadas... Cómo no iban a ser espinosos los laberintos???? Si hablan de eso que fue... de eso que no está...

Siempre visitarte es un placer!!! Abrazote!!!

Anónimo dijo...

Te doy un remedio infalible. Lee unos tres o cuatro versos de "Odas seculares" o "Montañas de oro" de Leopoldo Lugones y si en cinco segundos Morfeo no te da un mazazo en la nuca, qué querés que te diga, no tenés salvación. Me acuerdo que leí ese papazo en Argentina 3... ¡Dios!, reivindicar a este señor fue una gran broma de Borges.
Otra solución, si Morfeo te encuentra deja que te arroje al Leteo así, de paso, combinás sueño y olvido.
Un beso insomne, Paula.

Fabricio dijo...

excelente!

sergio dijo...

quebrantapájaros:

Lo que me he reído mientras leía sus sugerencias para que el sueño llegue hasta mí (o yo a él...)

La próxima vez, le aseguro que le echo mano a la discoteca de mi madre, porque si no me equivoco, los infalibles Nocheros andan por ahí. Ahora, el Reliverán (reliberán, ignoro) lo pone ud.

sergio dijo...

Rosanna:

Morfeo me ha dado tantas buenas horas en la vida, que si me quejara sería un desagradecido...

Ahora, cuando no se acerca hasta mi vera..., escribo. Qué otra cosa hacer?

sergio dijo...

Juano:

A veces, a no dudarlo, los laberintos son espinosos. Otras edn cambio, y esto gracias a la capacidad de la memoria para desagotarse, se vuelven suaves, delicados, como esfumados. Y sabe qué, es un alivio. Esto, hasta una noche cualquiera en que el insomnio hace que crezcan nuevamente las espinas. Y aun así, se sigue. Seguimos. Creo.

sergio dijo...

Paula:

También nadé en el sopor de un verano leyendo a Lugones. Y sí, es un remedio infalible. Eso sí, si quiere que lo use dígale a Quebrantapájaros que me lo devuelva!!!

sergio dijo...

Fabricio:

Gracias!!!

Unknown dijo...

Me encantó Sergio!!! Por fin volví a tu casa cibernética....pero últimamente la tecnología me ha hartado.
Me río porque últimamente la palabra "pastilla" está apareciendo demasiado seguido en sus textos....ojo con el consumo abusivo!
Uno busca incansanblemente a aquella persona, que juega con nosotros, nos manipula por nuestra emoción. Sin medirlo, seguimos el caramelo como inocentes niños, sin medir las consecuencias... Me gustó mucho esto: "Mas, imposible que este encuentro demorado devuelva a sus fuentes la hiel que horas de pastillas y cigarrillos y sábanas enloquecidas, destilaron."
Seguramente la satisfacción que nos dará dicho encuentro, será nada, comparado con todo lo que tuvimos que sufrir por él. En cierta forma, mientras nos perdimos en el laberinto, también nos topamos con la idealización y ahí la cagamos!
Que estés bien muchacho!
Nos veremos el sábado.
Ah, aún no he leído el libro que me prestaste, así que ni lo llevaré, jajaja.

Besos

Luis Guillermo Franquiz dijo...

¡Sublime!
Yo, sencillamente, no le cambiaría nada (ni le agregaría ni le quitaría). Me gusta tu prosa, a veces pesimista, pero muy íntima, muy poética. Nos dejas vislumbrar a través del resquicio de una forma muy especial.
Gracias...

Hernán Schillagi dijo...

Yo creía que el préstamo de las obras de Lugones había sido un sueño. Es cierto, me dormí, pero en Lunario sentimental.

Adrian Pegaso dijo...

Asi que andamos algo insomne???

Unos buenos fideos con tuco mas una botella (o un tetra, como prefieras) de vino tinto... ni Morfeo te salva de la modorra y posterior sueño.

Bexos
Ad

sergio dijo...

Luisgui:

Confieso que me sonrojé cuando leí su comentario....Es ud tan generoso.

En cuanto a mi pesimismo, simpre está, unas veces más real, otras mas de pose... En realidad, desde el momento en que Dios me abandonó -o yo a él, o nunca nos tuvimos- sentí con gran intensidad el absurdo del mundo, lo horrible del mundo, pero al mismo tiempo la necesidad, la obligación de experimentarlo.

Gracias.

sergio dijo...

Quebrantapájaros:

Che, reivindiquemos al gran vate -que a veces es más un gran bate- nacional. Algún cuento de Las fuerzas extrañas está bastante bien, y sobre todo Los romances del Río Seco.

Yo también me dormí con el Lunario, pero me pegó peor Las montañas de oro.

sergio dijo...

Adriano:

En términos generales está buena su sugerencia. Ahora, si lo fideos con tuco me los prepara ud, mejor! Yo jamás me levantaría a cocinar a las 3 de la mañana. Va con tra mi naturaleza

Fernando G. Toledo dijo...

Perdón por llegar tarde.
Lo que no puede negársele a Lugones es que contenga la autocrítica en sus propios bostezantes escritos. Sabiendo que va a hacer dormir a sus lectores, Leopoldo declara, en Las montañas del oro:

"La sábana amorosa y la mortaja
Son análogos lienzos de sepulcro".


Con esto quería decir, supongo, algo así como: "si usted lee este libro, va a querer matarse".

Ahora bien, sólo se me ocurre un ejemplo argentino capaz de alcanzar el nivel soporífero del volumen de Lugones. Y éste es El viaje de la primavera, . Lo siento, del mismo Marechal que escribió Adan Buenosayres. Y otro Leopoldo, oh casualidad.

Hernán Schillagi dijo...

Y aunque no lo haya leído mucho, me imagino que LEOPOLDO Alas (Clarín) debe ser igual (como sus tocayos) de soporífero. Eso sí, el que haya leído (entero) el "Poema de robot" de Marechal como yo, que venga y me cuente lo que es aburrirse como loco.

sergio dijo...

Que me perdone Cubillos pero el "Ascenso y descenso del alma por la belleza" (del mismísimo Marechal) no les va en saga (así se dice?).