27 de mayo de 2010



A punto las verduras
olor a sol en las sábanas
brillos en el lomo de la Odisea
niebla en la voz de Tennant
en el cenicero un cigarrillo

:o el bienestar
como punto de llegada
de mil cosas
cosas mínimas
en lugar de una grande:
un gran poema
un gran salario
un gran amor

:o el bienestar
como punto de llegada
de mil mentiras
minúsculas mentiras
en reemplazo de una grande:
un gran salario
un gran poema
un gran amor.

5 comentarios:

Hernán Schillagi dijo...

Amigo: interesante las enumeraciones de la primera estrofa. Parece el plano secuencia de un momento de placer. "Imágenes paganas se desnudaron en sueños..."

Luego viene -enumerada también- la reflexión mordaz. ¿Es el bienestar un punto de llegada? Tanta placidez nos tiene que hacer sospechar. No quiero repetir lo que dije antes del "locus amoenus", pero es algo parecido.

El que tiene un amor/poema/salario... que lo cuide, que lo cuide ;-)

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Si hay bienestar, bienvenido sea amigo. Yo soy muy observadora y agradecida de las cosas mínimas de lo cotidiano, sobre todo de lunes a viernes. De pronto el fin de semana me pongo hinchapelotas de las "supuestas importantes", ¿por qué será?
Más allá de esta curiosa reflexión, me llamó la atención en la enumeración la mención del "gran salario", es una ironía, ¿no? A un antiburgués como vos sobra con que sea mínimo,vital y móvil, ja.
Volviendo a las pequeñas cosas, creo que no hay mentira, por ejemplo, en la percepción sincera de una límpida puesta de sol. Siento bienestar, ¿serán mis sensaciones falsas? No quiero enroscarme tanto y disfrutarlas.

¡Ay, un buen poema! -gran es como mucho- cuando llegamos al final y nos satisface es más que un O, ¡es un multi O!

sergio dijo...

Hernán: ud sabe que luego de su comentario pensé que podría tener una especie de sección de libro titulada "epifanías truncas"?

Creo que para mí se trata desconcentración. O sea, veo algo, me sumerjo y luego, yo no sé a santo de qué, me disperso.´Lo interesante, creo, es que la dispersión me agarra por el lado de la reflexión.

sergio dijo...

Hernán: ud sabe que luego de su comentario pensé que podría tener una especie de sección de libro titulada "epifanías truncas"?

Creo que para mí se trata desconcentración. O sea, veo algo, me sumerjo y luego, yo no sé a santo de qué, me disperso.´Lo interesante, creo, es que la dispersión me agarra por el lado de la reflexión.

sergio dijo...

Paula: yo también a veces disfruto de ciertas situaciones mínimas(las enumeradas en el poema y muchas otras), pero hay algo en mi cerebro que me dice que son mentiras, que son engañapichangas, que lo único que vale la pena es lo grande. Y luego, no. Y luego, sí. O sea, soy un inestable. Y los fines de semana también siento la necesidad de emociones fuertes. Pero bue, lo sano es agarrarse de lo que hay. Creo.

Y sí, amiga, siga disfrutando de sus puestas de sol, de sus canciones de Sandro y de todo lo que se le presente.