4 de noviembre de 2010

ILEGIBLE


un recuerdo confiado al papel
se vuelve a veces tan opaco
que los por qué abruman con la insistencia
la malicia de un insecto

pero como las respuestas
se deslíen antes de formarse
y has oído de catedráticas bocas
el discurso de la sensatez del enfrentamiento del error
fantaseás con que sea la lógica quien diseccione
el cuerpo muerto del acontecimiento
y aunque parezca absurda esta pretensión
no difiere de otras
que a lo largo de los años te acometieron

pero cómo hacerlo cómo
cómo capturar la evanescencia
de un sentido fuera de tu alcance

2 comentarios:

Hernán Schillagi dijo...

Sergio: si ese recuerdo volcado al papel es como un tintero que cae para mancillar el blanco de la comodidad, bienvenido el abrumamiento y lo opaco.

Es cierto que un poema persigue siempre la verdad. Pero parte sabiendo que no es la misma para todos. Las respuestas sólo (por última vez lo tildo) son una llave que abre una nueva puerta más.

Qué grato me sonó el voseo aquí. Es hasta elegante sin caer en la pedantería y la solemnidad. ¡Muera el tuteo! ;-)

Ojalá siempre la poesía esté fuera de nuestro alcance, pero ojalá siempre -también- se encuentre próxima.

Proyecto Maria Castaña dijo...

Sergio, yo creo que somos nosotros, los que pretendemos escribir poesía, quienes deliberadamente escribimos con un filtro deformante que, luego de apartar, vuelve el texto borroso, casi ilegible. Artífices y víctimas del extrañamiento creado, caemos una y otra vez en la necesidad de acercarnos a esa verdad que, desde ya, siempre será inasible.