9 de febrero de 2011

DESEOS NUEVOS



no quiero como ayer
caer en la tentación fácil
de la imagen de mis huesos
deshechos en tumba oscura

hoy prefiero el trabajo
amable de enredarme
en el olor de tu cuello
en el calor de tu sangre

2 comentarios:

Hernán Schillagi dijo...

Sergio: muy bueno el octosilábico poema. El revisitado como vigente tópico del "carpe diem" siempre es efectivo, ya que de nada sirve pensar en los pesares futuros. Mucho más cuando hay un cuello fragoroso donde olcultar la mirada.

sergio dijo...

Muy bueno su fragoroso comentario. jajaja

Es cierto. Cuando uno se pone trágico lo mejor es buscar un cuello que nos ampare de los pensamientos horribles.

Gracias por avivarme respecto de la medida de los versos.