29 de noviembre de 2012

DIOS NOS CRÍA




Desatento al calendario
que sugería unos pocos rayos tibios
el sol calcina esta tarde de otoño

como en otras ocasiones
dos amigos vagan por las calles de un pueblo
la diferencia es que hoy
después de largo tiempo
lo hacen solos -los niños
los de ella, han quedado en casa
al cuidado del padre-

como antes fuman
y mientras fuman y caminan
hacen el recuento de sus fracasos

si no fuera por el modo
en que estas cosas son dichas
pasarían por dos tangueros
por dos heroínas de telenovela
pero como un polizón
el humor se cuela entre sus palabras
y las carcajadas espantan la amargura

y sí, aunque se saben los orejones últimos
del gran tarro del mundo
lo mismo ríen, ríen
de las asperezas de su oficio
de la quejosa vejez de sus padres
de los amantes evaporados en las vísperas
del temor a lo oculto tras dulces casas de retiro
tras endomingados parques de descanso

ríen porque saben también
-de una forma oscura pero lo saben-
que cada vez que se junten
revivirá en ellos
algo de la despreocupada
invencible eternidad de su juventud.

6 comentarios:

Marisa Perez Alonso dijo...

Este poema tiene una gran verdad y es que existen "clases de amigos". Sí, unos son circunstanciales (Te quedaste encerrado en el ascensor y ante el horripilante ataque de pánico, conversan, se cuentan cosas como de despedida), otros de lo cotidiano (Te lo encontrás cada mañana mientras caminan a la parada del micro y le prestás un pañuelo cuando está resfriado, o él te pasa su abono el día que te quedaste sin saldo) y aquellos amigos de la química, esos que aunque pase mucho, mucho tiempo siguen riéndose y compartiendo sus partes más expuestas, sus fracasos. Estos últimos te hacen sentir más joven porque emparchan las heridas con igualdad. Y sí te rejuvenecen para largarte al mundo de nuevo, aunque sea, con una sonrisa de nostalgia. Me gustó mucho esta fritanga, como usted lo etiquetó.

Proyecto María Castaña dijo...

Hay algo sabinesco que me puede de este poema, sobre todo cuando decís: "amantes evaporados de las vísperas". Tiene la fluidez y esa mezcla entre tierna y ácida del cantautor de Jaén. Está en mi top five de poemas "Pereyra"... además tengo el privilegio de conocer a los protagonistas y ver, como en una película de Sorín, esa "historia mínima" de otoño desgajado por alguna calle de Medrano.

sergio dijo...

Me gustó mucho eso de los amigos de la química. Eso define varias de mis relaciones amistosas. Químicamente nos gustamos hace años. Y la química, por suerte, ha seguido funcionando. Mire que tengo amigos anti K, tengo amigos antiintelecuales, amigos que odian a Woody Allen y lo mismo la cosa sigue funcionando. Como siempre, Marisa, le agradezco la inteligencia de sus palabras sobre mis textos.

sergio dijo...

Me gustó mucho eso de los amigos de la química. Eso define varias de mis relaciones amistosas. Químicamente nos gustamos hace años. Y la química, por suerte, ha seguido funcionando. Mire que tengo amigos anti K, amigos antiintelecuales, amigos que odian a Woody Allen y lo mismo la cosa sigue funcionando. O sea que la química es una cosa mucho más seria de lo que uno cree jajaj Como siempre, Marisa, le agradezco la inteligencia de sus palabras sobre mis textos.

sergio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
sergio dijo...


Paula: me encantó tu comentario. Sobre todo la referencia a Historia mínimas. Eso. A veces, en episodios pequeños suceden cosas interesantes. Solo hay que estar atento. Gracias por tener un top con mis textos jajaja