4 de diciembre de 2010

OTRO POEMA DE AMOR


A pobre precio un hombre vende su riñón para que otro, un hombre de un suburbio de tejados relucientes del primer mundo, prolongue su vida junto a su mujer y un niño morenito, también comprado en un arrabal difuso de Brasil o Corrientes o Perú, para satisfacer instintos siempre aplazados, aplazados por los créditos, por el ahorro. La mala conciencia de argumentos derivados de una misma raíz sostiene estas operaciones: le hemos comprado unos juguetes preciosos, no es mía la culpa si su madre no podía comprarle comida, comprémosle un gran futuro o así son las cosas en esto del comprar. Y no son los únicos. Hay otros personajes en historias similares. Un ex marine, por ejemplo, que a cambio de dos monedas tiene de día todo el sol de la playa, y un cuerpo impúber por la noche. Adormecida, la conciencia no percibe en estas situaciones frutos de un mecanismo que produce elegancia con escoliosis boliviana. Que con los brazos más fuertes de los puertorriqueños más pobres llegados al puerto de Nueva York moderniza la ciudad. Y con sangre negra abrillanta un cuello arrugado como piel de tortuga. Un mecanismo tan perfectamente artificial que simula no serlo. Simula pero lo es. Por lo tanto no es eterno. No debería serlo. No debería serlo…

2 comentarios:

Hernán Schillagi dijo...

Sergio: como le dije ayer, este texto es uno de los mejores que ha publicado este año. No exagero.

Sobre todo porque hay una propuesta de borrar fronteras (estilísticas, genéricas, temáticas y de prejuicios) hasta el punto de romperlas. Lo mejor de todo es que, así, ya no hay regreso.

Este ensayo poético lo que declina tenuemente en musicalidad por la prosa, lo gana en filo quirurgico con las ideas. La hibridez se impone para incomodar al lector desprevenido: «frutos de un mecanismo que produce elegancia con escoliosis boliviana...» ¿Quién puede seguir con el podrido goce estético luego de esa frase?

No debería serlo. No.

Un abrazo

sergio dijo...

Hernán: gracias por su (como siempre) inteligente y amoroso comentario. Ahora debería agregar UNICO!!! jajajaja.

Sabe originalmente era un poema, pero lo prosdifiqué porque las frases son largas y quería que se las leyera sin cortes sin parar. Por eso al final agregué bellocquiano en la etiqueta. Porque hay un poema de BB que debe leerse (de hecho cuando la poeta lo lee lo lee así) rápido, casi sin respirar. Es ese que dice Adorno Adorno Adorno...

En fin, que seguiremos experimentando. Total como no nos paga nadie, nadie nos obliga a nada y podemos ir por la vida haciendo lo que nos pinte. Bah, con la escritura.