9 de marzo de 2011

EL FRUTO DE LA DISCIPLINA



dos días sí dos
quedaste cual sirena
varado en una playa de la nostalgia

como no ignorás su calidad de accidente
te condujiste con la calma resignada
de un viajero que ordena el equipaje
convencido de que esta labor ingrata
al deshacerse de lo inútil
y organizar aquello que sirve
mejora la valija
mejora las condiciones del viaje

con singular intensidad entonces
atendiste a tus voces interiores
tu voz de niño
tu voz de joven
tu voz de hoy

ah tan policial
tu voz de hoy
que disciplinó al resto
puso orden al relato del jueves
del viernes
cuando estuviste varado
en una playa de la nostalgia

2 comentarios:

Hernán Schillagi dijo...

Sergio: primero y principal, ¡qué hallazgo la foto del "sireno" barbudo! Otra que Neptuno y su tridente. Muy gracioso.

Por otro lado, mne cuesta puntualizar desde donde viene ese "encallamiento" en las playas de la nostalgia. ¿Las aguas que bañan ese tipo de playa vienen de un "mar de lágrimas"?

Doña Nostalgia y su prima depresiva, la Melancolía; me han visitado en más de una oportunidad y han dejado estragos en mi cerebro.

¿Qué uno es policía de sus voces interiores? No lo dudo. Eso sí, la poesía es la llave que abre la celda.

Muy buen poema, amigo.

Anónimo dijo...

¡Mi lugar en el mundo: la playa de la nostalgia! ¿Un mal lugar? No lo creo.