Soñé
que escribía un poema
en
un cuaderno
con
mi más delicada letra imprenta
de
cabo a rabo lo escribía
sin
vacilar entre sinónimos
ni
tropezarme con las comas
de
un tirón, un poema
que
respira sin socorros
que
tiene la silueta
y los
adornos adecuados
el
ritmo tiene, la intimidad
de
un diálogo entre amigos
un
poema escrito al dictado:
sueño
posible ay
solo
en mis sueños.
1 comentario:
Sergio: "Un sueño soñaba anoche/soñito del alma mía...", decía el Romance del enamorado y la muerte. ¿Será que Ud. está obsesionado con la escritura de poemas que hasta los escribe oníricamente? ¿Cómo será la tinta de los sueños?
Cuán difícil es escribir un buen poema al dictado como Usted propone. No sé si es imposible. Cuentan que Darío escribió de un tirón la Sonatina aquella de "La princesa está triste...", y que encima estaba medio en pedo. Más mito que realidad. El cisne era un genio, pero para escribir apenas un poema decente hay que tallar, labrar y esculpir el teclado. ¡Imaginate un poema inmortal como los de Rubén Darío!
Esto entraña más de un tema: ¿Es la inspiración el verdadero motor del arte? y, ¿Escribir es un don? Yo tengo (para mí) las respuestas y creo que coincidimos: no. Ya que, de otro modo, no sería "arte" en el sentido etimológico de "artificio", algo no natural ni espontáneo.
Imagínese qué sueño entreverado tendrá Ud. que le dicta un hipérbaton de vez en cuando.
El poema, trabajado, pulido y macerado le quedó "soñado", amigo, jaja.
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