1 de junio de 2012

DE SUEÑOS...





Soñé que escribía un poema  
en un cuaderno
con mi más delicada letra imprenta

de cabo a rabo lo escribía
sin vacilar entre sinónimos
ni tropezarme con las comas

de un tirón, un poema
que respira sin socorros
que tiene la silueta
y los adornos adecuados
el ritmo tiene, la intimidad
de un diálogo entre amigos

un poema escrito al dictado:
sueño posible ay
solo en mis sueños.

1 comentario:

Hernán Schillagi dijo...

Sergio: "Un sueño soñaba anoche/soñito del alma mía...", decía el Romance del enamorado y la muerte. ¿Será que Ud. está obsesionado con la escritura de poemas que hasta los escribe oníricamente? ¿Cómo será la tinta de los sueños?

Cuán difícil es escribir un buen poema al dictado como Usted propone. No sé si es imposible. Cuentan que Darío escribió de un tirón la Sonatina aquella de "La princesa está triste...", y que encima estaba medio en pedo. Más mito que realidad. El cisne era un genio, pero para escribir apenas un poema decente hay que tallar, labrar y esculpir el teclado. ¡Imaginate un poema inmortal como los de Rubén Darío!

Esto entraña más de un tema: ¿Es la inspiración el verdadero motor del arte? y, ¿Escribir es un don? Yo tengo (para mí) las respuestas y creo que coincidimos: no. Ya que, de otro modo, no sería "arte" en el sentido etimológico de "artificio", algo no natural ni espontáneo.

Imagínese qué sueño entreverado tendrá Ud. que le dicta un hipérbaton de vez en cuando.

El poema, trabajado, pulido y macerado le quedó "soñado", amigo, jaja.